Los hallazgos, publicados en Nature Plants, proporcionan información sin precedentes sobre la estructura molecular que permite que el patógeno ingrese, acercando a los científicos a contrarrestar el patógeno y proteger las especies de plantas vulnerables.
El patógeno de la roya del mirto es un invasor agresivo que ha diezmado los ecosistemas naturales en toda Australia, provocando una defoliación generalizada y la muerte de numerosas especies nativas, incluida la icónica Lilly Pilly australiana y la guayaba nativa. También ha tenido un impacto significativo en la horticultura y las plantaciones forestales.
El profesor asociado Tony Bacic del Centro de Excelencia en Biología de la Energía Vegetal y la Universidad de Melbourne dijo que el descubrimiento de la estructura molecular que utiliza el patógeno para manipular la superficie cerosa de las hojas fue un avance crucial para comprender cómo invade y se propaga.
"Las plantas tienen una cutícula cerosa que está formada por una mezcla compleja de sustancias grasas, y encima hay una capa de cera epicuticular que cubre la superficie más externa de las hojas. Nuestro estudio reveló cómo la roya del mirto produce enzimas para descomponer esta capa protectora cutícula y cera, permitiendo que el patógeno penetre en la superficie de la hoja e infecte la planta", dijo el profesor asociado Bacic.
Los investigadores pudieron identificar dos enzimas clave conocidas como cutinasas y lacasas que eran responsables de romper la cutícula cerosa. Utilizaron una variedad de técnicas de imagen avanzadas, incluida la microscopía de fuerza atómica y la microscopía electrónica de transmisión, para visualizar y analizar la estructura molecular de la interacción del patógeno con la superficie de la planta huésped.
"Nuestros hallazgos tienen implicaciones importantes para el manejo de la roya del mirto", dijo el profesor asociado Bacic. "Al comprender cómo el patógeno ingresa a la planta huésped, podemos potencialmente desarrollar nuevas estrategias para prevenir o controlar la infección. Esto podría incluir el desarrollo de fungicidas específicos o agentes de biocontrol, o la ingeniería de plantas con barreras de cera mejoradas para resistir el patógeno".
El equipo de investigación ahora está trabajando para desarrollar ensayos para detectar la resistencia a la roya del mirto en diferentes variedades de plantas e identificar otros objetivos potenciales para controlar la enfermedad. También están investigando el uso potencial de agentes de control biológico para suprimir la propagación del patógeno y ayudar a proteger especies de plantas y ecosistemas vulnerables.