Según un nuevo estudio, se ha demostrado que las prácticas sin labranza, que implican dejar residuos de cultivos en la superficie del suelo, tienen mayores beneficios en la producción de trigo y forraje.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Nebraska-Lincoln, encontró que las prácticas sin labranza aumentaron el rendimiento del trigo en un promedio del 10% y el rendimiento del forraje en un promedio del 15% durante un período de 10 años. Los investigadores también descubrieron que las prácticas sin labranza reducían la erosión del suelo en un promedio de un 30% y mejoraban la calidad del suelo.
"Nuestro estudio muestra que las prácticas sin labranza pueden tener un impacto positivo significativo en la producción de trigo y forraje", dijo el Dr. Amit Jhala, autor principal del estudio. "Estas prácticas también pueden ayudar a mejorar la calidad del suelo y reducir la erosión del suelo".
Las prácticas sin labranza han ido ganando popularidad en los últimos años a medida que los agricultores buscan formas de mejorar la salud del suelo y reducir los costos de producción. Las prácticas sin labranza pueden ayudar a mejorar la estructura del suelo, la retención de agua y el ciclo de nutrientes. También pueden reducir la necesidad de herbicidas y fertilizantes.
Los investigadores dicen que sus hallazgos sugieren que las prácticas sin labranza pueden ser una forma sostenible de aumentar la producción de trigo y forraje y al mismo tiempo mejorar la calidad del suelo.
"Las prácticas sin labranza pueden ayudar a los agricultores a producir más alimentos con menos impacto ambiental", afirmó Jhala. "Alentamos a los agricultores a considerar la adopción de prácticas sin labranza en sus granjas".
El estudio fue publicado en la revista Agronomy Journal.