Las flores son los órganos reproductores de las angiospermas, el grupo de plantas más diverso de la Tierra. Desempeñan un papel crucial en la reproducción sexual, atrayendo polinizadores y facilitando la transferencia de polen entre las estructuras reproductivas masculinas y femeninas. Por tanto, comprender los procesos de desarrollo que dan lugar a las flores es esencial para estudiar la reproducción y la evolución de las plantas.
En el nuevo estudio, investigadores del Centro John Innes del Reino Unido utilizaron una combinación de análisis genético, microscopía y modelos computacionales para investigar la formación de flores en la especie de planta modelo Arabidopsis thaliana. Arabidopsis es una pequeña planta con flores ampliamente utilizada en la investigación de plantas debido a su corto tiempo de generación, su pequeño tamaño de genoma y sus herramientas genéticas bien establecidas.
El equipo se centró en un gen específico llamado FLORICAULA (FLO), conocido por desempeñar un papel central en la identidad del meristemo floral. El meristemo floral es un grupo especializado de células madre que da origen a todos los órganos florales. Al estudiar la expresión y función de FLO, los investigadores pudieron obtener una comprensión más profunda de cómo se establece el meristemo floral y cómo regula el desarrollo de diferentes órganos florales.
Un hallazgo clave del estudio fue que FLO actúa como un interruptor molecular, controlando la transición del desarrollo vegetativo al floral. Los investigadores descubrieron que FLO se expresa en el meristemo apical del brote, que es el nicho de las células madre que produce nuevas hojas y tallos. Cuando la planta recibe señales ambientales, como cambios en la duración del día o la temperatura, se desencadena la expresión de FLO, lo que lleva a la formación del meristemo floral y al inicio del desarrollo floral.
Además, el estudio reveló que FLO interactúa con otros genes reguladores para controlar la expresión de conjuntos específicos de genes implicados en la organogénesis floral. Esta red de interacciones asegura la formación y posicionamiento adecuado de sépalos, pétalos, estambres y carpelos, dando como resultado la estructura característica de una flor.
Los hallazgos de esta investigación proporcionan una comprensión más completa de los mecanismos genéticos que subyacen al desarrollo de las flores. También destacan la importancia de FLO como regulador clave en la transición del crecimiento vegetativo al floral. Este conocimiento podría tener implicaciones para la mejora de cultivos y el desarrollo de nuevas estrategias para manipular el desarrollo de las flores con fines ornamentales o agrícolas.
En general, el estudio representa un avance significativo en nuestra comprensión de cómo se forman las flores, abriendo nuevas vías para futuras investigaciones sobre la evolución y el desarrollo de las plantas con flores.