En un estudio reciente, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington han obtenido nuevos conocimientos sobre cómo se forman las redes vasculares en el cerebro de los peces. El estudio, que fue publicado en la revista Developmental Cell, se centró en el papel de una proteína llamada Ephrin-B2 en la angiogénesis.
Ephrin-B2 es un miembro de la familia de proteínas Ephrin, que participan en una variedad de procesos celulares, incluida la adhesión, migración y proliferación celular. Estudios anteriores han demostrado que Ephrin-B2 se expresa en el cerebro en desarrollo, pero se desconoce su papel en la angiogénesis.
Para investigar el papel de Ephrin-B2 en la angiogénesis, los investigadores utilizaron un modelo de pez cebra. Descubrieron que Ephrin-B2 se expresaba en las células endoteliales que recubren los vasos sanguíneos en el cerebro del pez cebra en desarrollo. También descubrieron que Ephrin-B2 era necesaria para la formación de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro.
Cuando los investigadores bloquearon la señalización de Ephrin-B2, descubrieron que se reducía la cantidad de vasos sanguíneos en el cerebro. Esto sugiere que Ephrin-B2 es esencial para la formación de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro.
Los investigadores también encontraron que Ephrin-B2 interactuaba con otra proteína llamada EphB4. EphB4 es un receptor de Ephrin-B2 y también se expresa en las células endoteliales de los vasos sanguíneos del cerebro. Cuando los investigadores bloquearon la señalización de EphB4, descubrieron que también se reducía la cantidad de vasos sanguíneos en el cerebro. Esto sugiere que Ephrin-B2 y EphB4 trabajan juntos para regular la angiogénesis en el cerebro.
Los hallazgos de este estudio proporcionan nuevos conocimientos sobre los mecanismos moleculares que regulan la angiogénesis en el cerebro. Esta investigación podría conducir al desarrollo de nuevas terapias para enfermedades que afectan al cerebro, como el accidente cerebrovascular y la enfermedad de Alzheimer.