Los investigadores analizaron muestras fecales recuperadas de dos sitios diferentes en Fens, un área de humedales que alguna vez fue el hogar de una gran población de personas de la Edad del Bronce. Las muestras se encontraron en pozos negros y letrinas y contenían fragmentos conservados de huevos y quistes de parásitos.
Al examinar estos restos bajo un microscopio, los investigadores pudieron identificar una variedad de parásitos intestinales, incluidos lombrices intestinales, tricocéfalos y tenia. Estos parásitos pueden causar una variedad de síntomas, que incluyen dolor abdominal, diarrea, pérdida de peso y deficiencias nutricionales.
Los investigadores también encontraron evidencia de que la gente de Fen consumía una dieta rica en carbohidratos y baja en proteínas. Este tipo de dieta puede aumentar el riesgo de infección parasitaria, ya que puede provocar un sistema inmunológico debilitado.
El estudio sugiere que la gente de Fen probablemente estuvo infectada con parásitos durante toda su vida, desde la niñez hasta la edad adulta. La alta prevalencia de parásitos puede haber tenido un impacto significativo en su salud y bienestar, y puede haber contribuido a la esperanza de vida relativamente corta de la gente de la Edad del Bronce.
En conclusión, el análisis de heces antiguas ha proporcionado información valiosa sobre la dieta y la salud del pueblo Fen durante la Edad del Bronce. Los hallazgos resaltan la importancia de la dieta y el saneamiento para prevenir la propagación de parásitos intestinales y subrayan los desafíos que enfrentaban las personas para mantener una buena salud en la antigüedad.