1. Contaminación de la muestra :La evidencia de ADN puede contaminarse durante la recolección, el almacenamiento o el análisis, lo que puede generar resultados falsos. Por ejemplo, si una muestra se expone accidentalmente al ADN de otra persona, puede parecer que el ADN pertenece al individuo equivocado.
2. Degradación :El ADN puede degradarse con el tiempo, especialmente si no se conserva adecuadamente. El ADN degradado puede ser difícil de analizar e interpretar, lo que puede dar lugar a resultados inexactos.
3. Mezcla de ADN :En algunos casos, la evidencia de ADN puede ser una mezcla de ADN de varios individuos. Esto puede dificultar determinar a quién pertenece el ADN, especialmente si la mezcla contiene ADN de una cantidad muy pequeña de células.
4. ADN de baja cantidad :Cuando la cantidad de ADN disponible para el análisis es muy pequeña, puede resultar difícil obtener resultados fiables. Esto se debe a que es posible que no haya suficiente ADN para realizar todas las pruebas necesarias o para obtener un resultado estadísticamente significativo.
5. Errores de análisis :Se pueden cometer errores durante el análisis de evidencia de ADN, como malinterpretar los resultados o utilizar equipos defectuosos. Estos errores pueden llevar a sacar conclusiones incorrectas de la evidencia.
Es importante señalar que, si bien existen algunas fuentes potenciales de falta de confiabilidad, la evidencia de ADN todavía se considera una forma de evidencia altamente confiable en el sistema de justicia penal. Sin embargo, siempre es importante evaluar cuidadosamente la evidencia de ADN y considerar la posibilidad de contaminación, degradación, mezcla u otros factores que puedan afectar su precisión.