Utilizando técnicas analíticas de última generación, los investigadores detectaron la presencia de múltiples residuos de pesticidas en las muestras de manzanas. En particular, descubrieron que ciertos pesticidas, como el clorpirifos y el carbarilo, no sólo estaban presentes en la piel sino que también se habían infiltrado en la pulpa de la manzana, alcanzando concentraciones hasta 10 veces superiores a las encontradas en la superficie. Estos hallazgos desafían la suposición arraigada de que simplemente pelar una manzana elimina la mayor parte de la contaminación por pesticidas.
Además, el estudio reveló que había residuos de pesticidas incluso en las semillas, aunque en concentraciones más bajas en comparación con la pulpa de la fruta. Esto genera preocupación sobre los posibles riesgos para la salud asociados con las semillas de manzana, que a menudo se consumen en productos a base de manzana, como la sidra de manzana o los bocadillos de frutos secos.
Los investigadores enfatizaron que sus hallazgos resaltan la necesidad de regulaciones más estrictas sobre pesticidas y mejores prácticas agrícolas para minimizar el uso de pesticidas y garantizar la seguridad de los productos para los consumidores. Argumentan que las prácticas actuales de lavado y pelado pueden no ser suficientes para eliminar todos los residuos de pesticidas, y exigen medidas de seguridad alimentaria más integrales.
La Dra. Smith expresó su preocupación y afirmó:"Nuestro estudio demuestra que la contaminación por pesticidas es más profunda de lo que pensábamos. Los consumidores deben ser conscientes de que pelar una manzana puede no garantizar la eliminación completa de los residuos de pesticidas. Necesitamos trabajar juntos para encontrar formas de reducir los pesticidas. uso en la agricultura y garantizar la seguridad de nuestro suministro de alimentos".
Los hallazgos de la investigación, publicados en la prestigiosa revista "Environmental Health Perspectives", han provocado debates entre los formuladores de políticas, las partes interesadas de la industria y los grupos de defensa del consumidor sobre la necesidad de regulaciones más estrictas sobre pesticidas y una mayor conciencia de los consumidores sobre los riesgos potenciales para la salud asociados con la contaminación por pesticidas en frutas y verduras.