El estudio de las emociones en los animales es un campo de investigación complejo, poco explorado hasta ahora en aves, aunque en trabajos anteriores ya se había observado enrojecimiento de la piel en la guacamaya azul y amarilla. Un equipo de investigación del INRAE se centró en las aves domésticas, en particular la popular gallina ponedora de Sussex, para determinar si existía un fenómeno similar en los pollos.
Se observaron y filmaron un total de seis gallinas Sussex de tres a cuatro meses de edad en un terreno de 363 m 2 . arboleda situada en el Valle del Loira, Francia, durante un periodo de tres semanas y en una variedad de situaciones que van desde la distribución de piensos muy apetecibles hasta la captura.
A través de un trabajo muy detallado en otras dos razas de pollos, el equipo seleccionó 18.000 fotografías para usarlas en un programa informático que desarrollaron para detectar perfiles de pollos y extraerlos automáticamente. El software de imágenes hizo posible medir los niveles de enrojecimiento de la piel facial de las gallinas en esas fotos.
Los resultados mostraron que las gallinas enrojecen la cara en grados que varían según su estado emocional. Cuando se les presentó alimento apetitoso como gusanos de la harina, las gallinas se enrojecieron un poco, pero toda su cara se puso roja escarlata durante experiencias negativas como la captura. En cambio, cuando estaban en reposo, su piel parecía mucho más clara.
A partir de esta nueva información, los investigadores observaron la relación entre humanos y animales. Organizaron un ensayo con un grupo de 13 gallinas de Sussex a las que acostumbraron gradualmente a la presencia de un experimentador durante un período de cinco semanas. A diferencia de otras 13 gallinas que no se habían sometido a dicha preparación, el grupo mantuvo un color de piel más claro, lo que indica un estado más tranquilo cuando el experimentador estaba cerca.
Esto puede indicar una percepción más positiva de la presencia humana en comparación con los pollos que no están acostumbrados a los humanos, por lo que podría ser una nueva herramienta para evaluar el bienestar animal.
Esta investigación ha abierto varias perspectivas nuevas, empezando por la descripción de todos los posibles medios de expresión de los pollos, en particular el movimiento de las plumas de la cabeza, además de los cambios de color de la piel, durante situaciones positivas como el juego o negativas como la frustración, por ejemplo, pienso apetitoso, visible pero inaccesible, o estrés crónico.
A los investigadores también les gustaría comprender cómo funcionan estas señales de enrojecimiento dentro de la especie, especialmente en las interacciones sociales de dominancia o subordinación.
La investigación se publica en la revista Applied Animal Behaviour Science. .
Más información: Delphine Soulet et al, Exploración del enrojecimiento de la piel y la inmunoglobulina A como marcadores de los estados afectivos de las gallinas., Ciencia aplicada del comportamiento animal (2024). DOI:10.1016/j.applanim.2024.106268
Información de la revista: Ciencia aplicada al comportamiento animal
Proporcionado por INRAE - Instituto Nacional de Investigación en Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente