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    Cómo los datos sobre el cáncer de mascotas arrojan luz sobre los cánceres humanos y aceleran el desarrollo de nuevos tratamientos

    Crédito:Pixabay/CC0 Dominio público

    Se han producido impresionantes avances en la medicina desde que el presidente Richard Nixon declaró la "guerra contra el cáncer" hace poco más de medio siglo.

    Pero ese progreso es solo el comienzo. Se espera más en los próximos años y décadas, particularmente después del reciente anuncio del presidente Biden de una nueva iniciativa de "cancer moonshot", junto con la promesa de "acabar con el cáncer tal como lo conocemos".

    Una forma de ayudar a que eso suceda es a través del estudio de gatos y perros. Como profesor de oncología y médico veterinario que ha estado investigando el cáncer en perros durante más de 40 años, aprendí hace mucho tiempo que los animales de compañía pueden enseñarnos mucho sobre cómo prevenir y tratar el cáncer en las personas.

    Hay muchas razones por las que esto es cierto. Los perros y gatos domesticados comparten aproximadamente el 85% del mismo ADN que los humanos. Y debido a que ambos han estado íntimamente asociados con las personas durante más de 10 000 años, se han vuelto susceptibles a algunas de las mismas enfermedades.

    Similitudes notables en gatos, perros y personas

    Durante décadas, los investigadores han acumulado lo que ahora es un tesoro oculto de datos sobre el cáncer en animales de compañía. Estos datos contienen pistas, y quizás respuestas, sobre cómo y por qué las mascotas pueden contraer cáncer y cómo controlarlo o deshacerse de él.

    Pero debido a las notables similitudes en la biología y los hábitats de los gatos, los perros y las personas, es posible que los investigadores también puedan extraer estos datos de las mascotas y extrapolarlos a los humanos. Ahí radica la oportunidad de descubrir innovaciones biomédicas que beneficien no solo a su mascota, sino también a usted.

    Este enfoque reduce en décadas la cantidad de tiempo que tardan en llegar los datos. Considere que los veterinarios observan y cuidan a los gatos y perros a medida que envejecen y mueren durante un período de vida de aproximadamente 10 a 15 años. En comparación, recopilar datos similares de humanos a lo largo de la vida lleva de 60 a 100 años.

    Quizás se pregunte si se podría obtener la misma información de animales de laboratorio. Después de todo, los científicos han estado obteniendo datos importantes de ellos durante décadas para desarrollar nuevos productos. Pero el cáncer se induce artificialmente en animales de laboratorio, principalmente a través de cirugías o inyecciones; los animales de compañía desarrollan enfermedades "naturalmente", y los datos de ellos reflejan estimaciones más realistas cuando sirven como precursores de investigaciones en humanos.

    Perros y gatos como canarios en la mina de carbón

    El cáncer es una de las principales causas de muerte de perros y gatos. Al igual que con las personas, la enfermedad se desarrolla durante un largo período de tiempo y las mismas condiciones que crean el cáncer en los humanos también se aplican a ellos.

    Estos son algunos ejemplos:los científicos han observado durante mucho tiempo las similitudes en las mutaciones y los cambios biológicos en perros y personas con melanoma, linfoma y cáncer de pulmón. Un segmento cada vez mayor de veterinarios, médicos humanos y científicos del cáncer están utilizando estas características compartidas para desarrollar terapias mejoradas para perros con cáncer. Muchos investigadores creen que esto les ayudará a desarrollar tratamientos efectivos también para humanos.

    Al observar de cerca a su mascota, es posible que pueda detectar signos de cáncer en sus primeras etapas.

    Los estudios muestran que la exposición al asbesto puede provocar mesotelioma, un tumor maligno que se forma en el revestimiento de los tejidos de todo el cuerpo tanto en perros como en humanos. El humo del tabaco puede causar cáncer de pulmón en humanos, linfoma en gatos y cáncer nasal en perros. Aprender a disminuir la exposición a toxinas en los animales de compañía podría acelerar el uso de estrategias similares para mantener saludables a los humanos.

    Se está trabajando para que esto suceda. En un estudio, los investigadores colocaron sensores de silicona en las personas y sus mascotas para medir sus niveles de exposición a pesticidas y herbicidas en el hogar y el jardín. Los niveles de exposición entre humanos y sus mascotas fueron sorprendentemente similares. Este estudio sugiere que nuestras mascotas pueden servir como presagios de exposiciones ambientales dañinas:el llamado canario en la mina de carbón.

    Los científicos ahora están comenzando a integrar los millones de conjuntos de datos humanos y caninos ahora disponibles y compararlos entre especies. El desarrollo rápido y reciente de las tecnologías de secuenciación genética, junto con la proliferación de registros médicos electrónicos, también ha sido de gran ayuda.

    Estos factores acelerarán en gran medida la comprensión de los factores de riesgo de cáncer tanto para los animales de compañía como para las personas. Ya se han iniciado grandes estudios de población de perros, con investigadores que recopilan información genética, ambiental, de estilo de vida y nutricional del animal.

    La conexión con el cáncer de hueso

    Como se señaló anteriormente, los animales de laboratorio tradicionales no siempre son los mejores sujetos para la investigación del cáncer. Los sistemas inmunológicos de ratones y ratas, por ejemplo, no son tan complejos como los de los humanos; las de perros y gatos se parecen mucho más a las nuestras.

    Un ejemplo:los investigadores combinaron un medicamento para la presión arterial, ya disponible de forma genérica para humanos y perros, con un agente quimioterapéutico, también aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos para humanos y perros. Luego estudiaron el producto reutilizado en perros domésticos con cáncer de huesos. Los resultados fueron tan positivos que los médicos iniciaron el mismo protocolo en niños con cáncer de huesos. Ese estudio clínico aún no está lo suficientemente avanzado como para sacar conclusiones.

    Pero la propuesta tiene sentido. El cáncer de hueso en humanos y perros es genéticamente indistinguible. Si este enfoque funciona, podría reducir en años, y con un costo mucho menor, el tiempo que lleva desarrollar un producto farmacéutico para tratar a niños con cáncer de huesos.

    Una regla general:la tubería tradicional para un nuevo medicamento contra el cáncer es de al menos 10 años a un costo de miles de millones de dólares. Pero el ensayo clínico de cáncer de huesos en niños comenzó en cinco años y costó US$2 millones.

    Qué sigue

    La conexión entre personas y mascotas es más que la simple similitud de especies. Ahora existe una amplia infraestructura médica veterinaria para ayudar a perros y gatos durante el tratamiento del cáncer. Una tecnología en constante crecimiento y una gran cantidad de datos que cruzan disciplinas están disponibles.

    Sin embargo, aún existen lagunas en nuestro conocimiento, particularmente en lo que respecta a nuestra comprensión del sistema inmunológico de los animales de compañía. Además, la financiación disponible para realizar estudios clínicos en animales de compañía es muy limitada. Sin embargo, se ha destinado el apoyo de los Institutos Nacionales de la Salud a superar al menos algunos de estos obstáculos.

    Cuando la ciencia aprenda más sobre cómo prevenir y tratar el cáncer en nuestras mascotas, es probable que minimicemos la carga del cáncer para todas las especies.

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