Inmunolocalización de LEF1 y TCF1 en trompas de Falopio y útero fetales humanos (n =3 cada uno). Las líneas punteadas delimitan los componentes epiteliales de los componentes mesenquimales. Barras:100 µm. Crédito:Actas de la Academia Nacional de Ciencias (2022). DOI:10.1073/pnas.2118054119
Los investigadores han desarrollado una tecnología innovadora para cultivar tejido natural de las trompas de Falopio y úteros fetales femeninos, lo que podría allanar el camino para ayudar a las mujeres que nacen con anomalías reproductivas a lograr una función normal a través del crecimiento de sus propias células.
Uno de los eventos fascinantes en el desarrollo humano es la transformación de los conductos müllerianos, un conjunto de tubos simples y uniformes, en órganos reproductivos espacialmente restringidos y altamente complejos. Este proceso ocurre en un lapso de tiempo relativamente corto durante el desarrollo fetal; sin embargo, cualquier irregularidad da como resultado que las hembras nazcan con órganos faltantes o defectuosos.
Con hasta 80 000 cirugías de reparación reproductiva femenina realizadas cada año solo en los Estados Unidos, el profesor Pradeep Tanwar y su equipo del HMRI y la Universidad de Newcastle se comprometieron a desentrañar los misterios del desarrollo del tracto reproductivo humano.
Sus hallazgos se publican en Proceedings of the National Academy of Sciences .
Para crear el tejido natural, los investigadores cultivaron con éxito organoides:diminutos cultivos de tejidos tridimensionales autoorganizados que se derivan de células madre, en este caso, de trompas de Falopio y úteros fetales humanos.
Al hacer crecer los organoides, el equipo reprodujo lo que ocurre en la naturaleza al estudiar las etapas clave del desarrollo fetal humano, donde el tracto reproductivo femenino se deriva progresivamente del crecimiento y la fusión de los dos conductos de Müller.
Descubrieron que injertar estos organoides fetales en andamios, preparados a partir de tejido adulto nativo tomado de un paciente, podría regenerar tejido normal, ex-vivo. El hallazgo podría llevar a que se realicen cirugías reconstructivas en pacientes con anomalías reproductivas mediante el cultivo de sus propias células.
El profesor Tanwar dijo que había una gran variedad de anomalías reproductivas y la necesidad de mejorar la forma en que se rectifican para beneficiar la calidad de vida.
"Nuestro estudio sentó las bases para cultivar las propias células de los pacientes y usarlas en cirugías regenerativas para reducir futuras complicaciones y mejorar la calidad de vida de estos pacientes", dijo el profesor Tanwar.
Como parte de este proceso, los investigadores descubrieron un grupo de proteínas llamadas WNT y determinaron que son esenciales para el desarrollo normal del tracto reproductivo. Las alteraciones en estas proteínas son las que causan las anomalías del sistema reproductivo en primer lugar. El equipo demostró que sin las proteínas WNT, los conductos de Müller que se forman durante las primeras seis semanas de gestación no se desarrollan con normalidad.
Las anomalías en las proteínas WNT se encuentran en mujeres con una afección llamada síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH), un trastorno genético que se presenta en una de cada 4500 mujeres. El síndrome MRKH es solo una de las condiciones que pueden provocar anomalías reproductivas y las complicaciones posteriores y/o la necesidad de reparación quirúrgica más adelante en la vida. El estrés puede estar asociado con problemas de fertilidad en las mujeres