Crédito:Elhuyar Fundazioa
El proyecto FITOVID, cuyos resultados se han presentado recientemente, ha logrado disminuir la cantidad de productos fitosanitarios requeridos en viñedos hasta en un 50 por ciento.
El proyecto tenía como objetivo demostrar que es posible reducir el impacto ambiental de la producción de uva si se aplican menos productos fitosanitarios a los viñedos. En el caso del moho, el proyecto logró una reducción del 50 por ciento en la cantidad de tratamientos requeridos, y en relación con el mildiú polvoroso, la cantidad de producto se redujo en un 25 por ciento en comparación con el modelo habitual empleado por las bodegas y viticultores.
En una sola hectárea, esta reducción conduce a un ahorro económico del 28 por ciento en el caso del mildiú y del 90 por ciento en el caso del oídio. Los resultados se presentaron en un evento celebrado en Arkaute.
El proyecto FITOVID duró tres años y se centró en el tratamiento del mildiú y mildiú polvoriento, las dos enfermedades más frecuentes en los viñedos de La Rioja Alavesa y viñedos de txakoli. Se trabajó en parcelas ubicadas en dos zonas agroclimáticas diferentes, uno en Laguardia (Álava) y otro en Aia (Gipuzkoa). A las variedades de vid más representativas de cada comarca se les aplicó una diversa gama de productos fitosanitarios:Tempranillo en Laguardia y Hondarrabi zuri en Aia. El trabajo de investigación consistió en utilizar nuevas técnicas de manipulación con los productos fitosanitarios más habituales, así como evaluar el uso de los denominados productos fitosanitarios de 'residuo cero' como alternativa a las variedades convencionales.
Las parcelas se dividieron en subparcelas, con una combinación diferente de tratamiento que se aplica a cada uno durante las temporadas 2015 y 2016. Los frutos y cosechas obtenidas fueron analizados en la UPV / EHU con el fin de evaluar la persistencia de productos fitosanitarios en el suelo, el agua y los propios productos de la vid (uvas, mosto y vino). AZTI fue responsable de realizar análisis de toxicidad humana y bioaccesibilidad para estos mismos productos utilizando peces cebra. La aportación de Tecnalia consistió en el desarrollo de un dispositivo capaz de detectar el moho antes de que sus síntomas se hagan visibles al ojo humano. Esta herramienta hará que sea más fácil decidir cuándo, exactamente, aplicar el primer tratamiento para disminuir la presión infecciosa del microorganismo causante de la enfermedad. La UPC ha realizado cursos de formación para viticultores y técnicos del sector sobre cómo calibrar la maquinaria utilizada para aplicar productos fitosanitarios, prestando especial atención a la necesidad de asegurar unas condiciones óptimas en estas máquinas para ayudar a reducir la cantidad de producto liberado al medio ambiente. También, Asegurar la dosis correcta reduce el exceso de residuos en el producto final.