El descubrimiento de Ara no se atribuye a una sola persona o evento. En cambio, es un proceso gradual que se desarrolló durante siglos:
* Orígenes antiguos: Las estrellas que componen ARA probablemente fueron reconocidas como un patrón distinto en el cielo por las civilizaciones antiguas, particularmente las del hemisferio sur.
* Catálogos tempranos: Los astrónomos griegos como Ptolomeo, alrededor de 150 dC, incluyeron a Ara en sus catálogos de estrellas, dándole su nombre latino "Ara" (altar).
* Reconocimiento moderno: Con el tiempo, los astrónomos de varias culturas reconocieron y llamaron la constelación, y sus límites se formalizaron con el establecimiento de la Unión Astronómica Internacional (IAU).
En resumen: Ara, como muchas constelaciones, no tuvo un momento singular de "descubrimiento". Fue una progresión natural de observar el cielo nocturno e identificar patrones reconocibles dentro de las estrellas.