Las estrellas fugaces no son en realidad estrellas. Son pequeños trozos de roca y polvo provenientes del espacio llamados meteoroides. Cuando un meteoroide entra en la atmósfera terrestre, se calienta y brilla, creando un rayo de luz en el cielo nocturno.
Los meteoroides pueden provenir de diversas fuentes, que incluyen:
* Asteroides: Se trata de objetos rocosos de gran tamaño que orbitan alrededor del Sol. Cuando dos asteroides chocan, pueden producir meteoritos.
* Cometas: Son bolas de hielo y polvo que orbitan alrededor del Sol. Cuando un cometa pasa cerca del Sol, el calor puede hacer que parte del hielo se vaporice, produciendo meteoritos.
* Polvo interplanetario: Se trata de una nube de pequeñas partículas que orbitan alrededor del Sol. Estas partículas pueden ser producidas por colisiones entre asteroides y cometas, o por el viento solar.
¿Qué causa que las estrellas fugaces crucen el cielo nocturno?
Cuando un meteoroide entra en la atmósfera terrestre, se mueve a muy alta velocidad. Esto hace que el meteoroide se caliente y brille, creando un rayo de luz en el cielo nocturno. El rayo de luz se llama meteoro.
La velocidad de un meteoro puede variar desde unos pocos kilómetros por segundo hasta decenas de kilómetros por segundo. Cuanto más rápido se mueva un meteoro, más brillante será su rayo de luz.
Los meteoros pueden aparecer en cualquier parte del cielo nocturno, pero son más comunes cerca del horizonte. Esto se debe a que la atmósfera de la Tierra es más espesa cerca del horizonte, por lo que es más probable que los meteoritos se calienten y brillen cuando ingresan a la atmósfera a una altitud más baja.
¿Cuánto duran las estrellas fugaces?
Los meteoros suelen durar sólo unos pocos segundos. Esto se debe a que pierden rápidamente su calor y se desintegran en la atmósfera terrestre. Sin embargo, algunos meteoros pueden durar varios minutos. Estos meteoros se llaman bolas de fuego.
¿Son peligrosas las estrellas fugaces?
No, las estrellas fugaces no son peligrosas. Son simplemente pequeños trozos de roca y polvo que no representan ninguna amenaza para los seres humanos ni para la propiedad.