Las enanas blancas son el destino final de las estrellas similares al Sol. Son muy densos, con una masa similar a la del Sol pero un tamaño similar al de la Tierra.
A medida que se forma una enana blanca, gira rápidamente hacia abajo debido al frenado magnético. Esto significa que cuando una enana blanca tiene unos cuantos miles de millones de años, gira muy lentamente y completa una rotación en varios días o incluso semanas.
Sin embargo, se observa que algunas enanas blancas giran mucho más rápido, completando una rotación en tan sólo unas pocas horas.
El equipo de astrónomos, dirigido por la profesora asociada Simone Scaringi de la Universidad de Monash, utilizó modelos teóricos y simulaciones por computadora para demostrar que el aumento repentino en la velocidad de rotación es causado por un proceso conocido como "giro" del campo magnético de la enana blanca.
El proceso de giro ocurre cuando el campo magnético de la enana blanca se tuerce y se enreda, lo que hace que almacene energía. Luego, esta energía puede liberarse repentinamente, lo que hace que la enana blanca gire mucho más rápido.
Los astrónomos descubrieron que el proceso de rotación ocurre con mayor probabilidad en enanas blancas que tienen un fuerte campo magnético y están rodeadas por una densa nube de gas y polvo.
Los hallazgos del equipo se publican en la revista Nature Astronomy.
"Este es un avance significativo en nuestra comprensión de las enanas blancas", afirmó el profesor asociado Scaringi.
"Finalmente hemos resuelto el misterio de cómo estas estrellas pueden aumentar repentinamente su velocidad de rotación".
Los hallazgos del equipo ayudarán a los astrónomos a comprender mejor la evolución de las enanas blancas y cómo interactúan con su entorno.