Cuando una estrella masiva explota como supernova, arroja una gran cantidad de polvo y escombros. Este material contiene elementos pesados que han sido sintetizados en el núcleo de la estrella. A medida que el polvo y los escombros se enfrían, se condensan en pequeñas partículas sólidas llamadas polvo interestelar.
El polvo interestelar está formado por una variedad de elementos, incluidos silicio, oxígeno, hierro, magnesio, calcio, sodio y potasio. Estos elementos son esenciales para la formación de planetas, estrellas y otros objetos del universo.
Parte del polvo interestelar llega a la Tierra en forma de micrometeoritos. Los micrometeoritos son pequeñas partículas de roca y polvo que varían en tamaño desde unos pocos micrómetros hasta unos pocos milímetros. Llueven constantemente sobre la Tierra, pero son tan pequeños que normalmente no se notan.
Los científicos pueden recolectar y analizar micrometeoritos para aprender sobre la composición del universo primitivo. Al estudiar los elementos de los micrometeoritos, los científicos pueden obtener información sobre los procesos que crearon el universo y las condiciones que existían en el sistema solar primitivo.
El análisis del polvo procedente de la explosión de estrellas que cae sobre la Tierra proporciona a los científicos información valiosa sobre el origen y la evolución del universo. Es un campo de estudio fascinante que constantemente revela nuevos conocimientos sobre el cosmos.