Los dientes para gatos no suelen requerir ninguna cirugía en la mandíbula; sólo un poco de goma de mascar si es necesario. Por lo general, habrá análisis de sangre antes y después de la operación; un poco de afeitado debajo de la barbilla; intubación (para que no les entre agua en los pulmones); extracción de dientes, si es necesario; pulir los dientes restantes; antibióticos y posiblemente una noche de estancia para seguimiento. ¡No es tan traumático para los gatos como puede serlo para las personas!