Cuando se unió a AOL como editora en jefe global en 2011, muchos se preguntaron si podría replicar su éxito en la empresa de Internet en dificultades. Inicialmente, hubo algunos contratiempos, ya que el tráfico del HuffPost disminuyó tras su integración en la plataforma de AOL. Los críticos argumentaron que el modelo de contenido agregado y blogueros famosos del Huffington Post estaba obsoleto e insostenible.
Sin embargo, Huffington persistió y finalmente comenzó a liderar un cambio en la suerte de AOL. Bajo su liderazgo, AOL cambió su enfoque hacia la producción de contenido más original y adquirió varias otras propiedades de medios digitales, incluidas TechCrunch, Engadget y Cambio. Como resultado, AOL vio aumentar su tráfico y sus ingresos, y el precio de sus acciones se recuperó.
Además de su liderazgo editorial, Huffington también realizó cambios en la cultura corporativa y el entorno laboral de AOL. Introdujo horarios de trabajo flexibles y alentó a los empleados a asumir más riesgos y ser creativos. Estos cambios fueron diseñados para atraer y retener a los mejores talentos y fomentar una cultura de innovación.
En general, si bien el mandato de Arianna Huffington en AOL no estuvo exento de desafíos, logró transformar la empresa hasta cierto punto. Al aportar su experiencia editorial y su estilo de liderazgo a AOL, ayudó a revitalizar la empresa y devolverla a la rentabilidad.