Cuando un viudo negro encuentra una mujer, se acerca a ella con cautela. A menudo tira de su red con las piernas para llamar su atención. Si está interesada, responderá arrancando hacia atrás.
Luego, el macho entra en la red de la hembra y comienza a cortejarla. Él bailará frente a ella y acariciará su cuerpo con sus piernas. Si ella es receptiva, le permitirá aparearse con ella.
Después del apareamiento, el macho de la viuda negra suele abandonar la red de la hembra. Sin embargo, en algunos casos, puede quedarse con ella y ayudarla a criar a sus crías.
Las viudas negras suelen aparearse en primavera o verano. Durante este tiempo, se sabe que los machos viajan largas distancias en busca de hembras.
Si bien las viudas negras son venenosas, no son agresivas con los humanos. Sólo morderán si se sienten amenazados. Si ves una viuda negra, lo mejor es dejarla en paz.