Por ejemplo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Sydney utilizó datos de Twitter para rastrear el movimiento de personas en Sydney, Australia. El estudio encontró que los datos de Twitter podrían capturar con precisión los patrones de viaje diarios de las personas, incluidas sus rutas de desplazamiento y actividades de ocio. Esta información se puede utilizar para planificar nuevas infraestructuras de transporte público y mejorar la gestión del tráfico.
Otro estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California, Berkeley, utilizó datos de Twitter para identificar "puntos críticos" de actividad en San Francisco. El estudio encontró que los puntos de acceso a Twitter estaban estrechamente correlacionados con áreas de alta actividad y densidad económica, como los distritos comerciales y las zonas turísticas del centro de la ciudad. Esta información se puede utilizar para planificar nuevos negocios y desarrollos, así como para mejorar la calidad de vida de los residentes.
Los datos de Twitter también se pueden utilizar para medir la reacción del público a las decisiones de planificación urbana. Por ejemplo, después de que la ciudad de Chicago cerró una calle importante para dar paso a un nuevo carril bici, hubo un aumento significativo de tweets negativos sobre la ciudad. Esta información se puede utilizar para ayudar a los planificadores a tomar decisiones más informadas sobre proyectos futuros.
En general, los datos de Twitter pueden ser una herramienta valiosa para la planificación urbana al proporcionar información sobre los movimientos, actividades y preferencias de las personas. Al utilizar estos datos, los planificadores pueden tomar decisiones más informadas sobre dónde invertir recursos y cómo diseñar espacios públicos.