La idea de que el abandono de las ciudades australianas se produjo como resultado de una planificación no intencionada carece de fundamento. La planificación urbana y las tendencias demográficas desempeñan un papel importante en las decisiones de desarrollo de las ciudades australianas tomadas de acuerdo con principios económicos, demográficos y de uso sostenible del suelo. Las ciudades no han sido evacuadas por casualidad o sin querer.