Por otro lado, un contrato es un acuerdo oficial legalmente vinculante entre dos o más partes, que define términos, responsabilidades, obligaciones y consecuencias específicas por cualquier incumplimiento. Por lo tanto, un contrato tiene peso legal y puede ser ejecutado por ley, ofreciendo protección legal a todas las partes involucradas.
La confiabilidad de un apretón de manos depende de la integridad del individuo u organización involucrada, mientras que la confiabilidad de un contrato se basa en la aplicación legal y las consecuencias asociadas con ella.
En situaciones en las que se establecen confianza e integridad, un apretón de manos puede ser suficiente como confirmación del acuerdo. Sin embargo, si la transacción es compleja o implica mucho en juego, es aconsejable crear un contrato formal para garantizar protección legal y claridad de entendimiento para ambas partes.