Un estudio, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de California, Berkeley, analizó un gran conjunto de datos de publicaciones de Instagram e identificó varios patrones de uso encubierto del lenguaje. Estos patrones incluían:
- Eufemismos: Los usuarios sustituyen palabras o frases inofensivas por términos potencialmente ofensivos o controvertidos. Por ejemplo, en lugar de utilizar la palabra "drogas", los usuarios podrían decir "obsequios de fiesta".
- Siglas y códigos: Los usuarios crean siglas o códigos para representar temas delicados. Por ejemplo, "420" podría usarse para referirse a la marihuana.
- Fallos ortográficos y tipográficos: Los usuarios escriben mal palabras intencionalmente o cometen errores tipográficos para evadir los algoritmos de detección. Al alterar ligeramente la ortografía de una palabra, los usuarios pueden dificultar que los sistemas automatizados identifiquen y marquen el contenido.
- Emojis y símbolos: Los emojis y los símbolos pueden transmitir significados específicos o representar temas delicados. Por ejemplo, un emoji de melocotón podría usarse para simbolizar las nalgas y un emoji de corona podría indicar realeza o estatus.
- Idiomas extranjeros: Algunos usuarios cambian a un idioma extranjero para discutir temas delicados, creyendo que esto les ayudará a evitar ser detectados por sistemas automatizados o usuarios que no hablan el idioma.
El uso de lenguaje encubierto en Instagram presenta varios desafíos para los moderadores de la plataforma y las fuerzas del orden. En primer lugar, puede dificultar la detección y eliminación de contenido dañino o ilegal. En segundo lugar, puede permitir a los usuarios participar en actividades que violen las políticas de la plataforma sin temor a ser descubiertos. En tercer lugar, puede crear un entorno en el que los usuarios se sientan cómodos compartiendo información confidencial, lo que podría conducir a explotación o daño.
Para abordar estos desafíos, los investigadores sugieren que las plataformas de redes sociales mejoren sus algoritmos de detección para identificar el lenguaje encubierto de manera más efectiva. Además, recomiendan que las plataformas eduquen a los usuarios sobre los riesgos de utilizar lenguaje encubierto y los alienten a denunciar actividades sospechosas. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley también deben ser conscientes del lenguaje encubierto utilizado en las redes sociales y desarrollar estrategias para monitorear e investigar posibles actividades ilegales.