1. Mayor desempleo:
- Experimentar violencia doméstica a menudo afecta la capacidad de las mujeres para mantener un empleo estable. Los perpetradores de violencia pueden ejercer control sobre la movilidad y la toma de decisiones de las mujeres, lo que les dificulta mantener puestos de trabajo o asistir al trabajo con regularidad.
- La violencia de pareja puede provocar:
- Pérdida de empleo:las mujeres pueden verse obligadas a dejar sus trabajos debido a lesiones, temor por su seguridad o la necesidad de buscar atención y asesoramiento médico.
- Reducción de la productividad laboral:Incluso cuando las mujeres pueden permanecer empleadas, los efectos de la violencia doméstica, como el estrés, la ansiedad y las lesiones físicas, pueden reducir su capacidad para desempeñarse a su máxima capacidad.
- Ausentismo:La violencia doméstica puede provocar ausencias frecuentes del trabajo debido a citas médicas, audiencias judiciales o la necesidad de reubicarse para escapar de la violencia. Estas ausencias pueden poner en peligro la seguridad laboral y el avance profesional de una mujer.
2. Menos ingresos:
- Las mujeres que sufren violencia doméstica a menudo enfrentan niveles de ingresos más bajos en comparación con sus contrapartes que no han sido abusadas. Esta disparidad de ingresos es un resultado directo de los desafíos que enfrentan para conseguir y mantener el empleo.
- Los factores que contribuyen a reducir los ingresos de las víctimas de violencia doméstica incluyen:
- Falta de educación y habilidades laborales:la violencia doméstica puede perturbar las oportunidades de educación y capacitación de las mujeres, limitando su acceso a empleos mejor remunerados.
- Cuestiones de salud:Las consecuencias de la violencia doméstica para la salud física y mental pueden limitar la capacidad de las mujeres para trabajar o aceptar un empleo a tiempo completo.
- Responsabilidades de cuidado de los niños:a las mujeres que son madres les puede resultar más difícil equilibrar el trabajo y las responsabilidades de cuidado de los niños, especialmente si carecen del apoyo de su pareja o de su familia extensa.
- Discriminación:Algunas mujeres enfrentan discriminación en el lugar de trabajo debido a su condición de víctimas de violencia doméstica, lo que les dificulta encontrar y conservar un empleo.
Las consecuencias financieras de la violencia doméstica pueden tener un impacto devastador en la seguridad económica y la independencia de las mujeres. La pérdida de ingresos y la inestabilidad laboral les dificulta escapar de situaciones abusivas, perpetúan los ciclos de pobreza y limitan su capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus hijos. Abordar los desafíos financieros que enfrentan las víctimas de violencia doméstica es esencial para romper el ciclo de abuso y promover su empoderamiento.