Los restos de caballos muestran que las redes comerciales paganas y cristianas suministraron caballos desde el extranjero para los últimos sacrificios de caballos en Europa.
Los restos de caballos recuperados de un pozo en los Países Bajos proporcionan nuevos conocimientos sobre las redes comerciales pagano-cristianas involucradas en los sacrificios finales de caballos en Europa. La datación por radiocarbono y los análisis isotópicos de los huesos indican que los caballos sacrificados en el pozo en el siglo IV d.C. procedían de diversas partes de Europa, algunas de ellas incluso de las Islas Británicas y Renania. La presencia de razas de caballos exóticas sugiere que estos animales formaban parte de una red de comercio de artículos de lujo que también incluía otros artículos valiosos como seda y especias. Esta red comercial demuestra la interconexión de diferentes regiones de Europa durante el período romano tardío y subraya el papel de los caballos como símbolos culturales y objetos de prestigio. Los hallazgos también revelan una interacción compleja entre las creencias paganas y cristianas durante la transición de una religión a otra.