* Miedo a represalias. Una de las razones más comunes para el encubrimiento es el miedo a las represalias. Si una organización cree que será castigada por sus malas acciones, es más probable que intente encubrirlas que confesarlas. Este temor puede basarse en una serie de factores, como una posible responsabilidad legal, daños a la reputación de la organización o pérdida de negocios.
* Deseo de proteger la organización. Las organizaciones también pueden verse motivadas a encubrir irregularidades para proteger sus propios intereses. Esto puede incluir proteger la imagen de la organización, su estabilidad financiera o sus relaciones con otras organizaciones. Por ejemplo, una empresa que encubre un defecto de un producto puede hacerlo para evitar dañar su reputación y perder clientes.
* Falta de responsabilidad. En algunos casos, pueden ocurrir encubrimientos organizacionales porque no hay rendición de cuentas por las malas acciones. Si no existe un proceso claro para denunciar e investigar las irregularidades, puede ser más fácil que la mala conducta pase desapercibida o quede impune. Esto puede crear una cultura de impunidad, en la que los empleados sienten que pueden salirse con la suya si cometen un comportamiento poco ético.
* Pensamiento de grupo. El pensamiento de grupo es otro factor que puede contribuir a los encubrimientos organizacionales. Cuando las personas forman parte de un grupo, es más probable que se ajusten a la opinión del grupo, incluso si no es ética. Esto puede dificultar que las personas denuncien sus irregularidades, especialmente si creen que sus preocupaciones encontrarán resistencia.
* Cultura organizacional. Por último, la cultura organizacional también puede influir en si se producen o no encubrimientos. Algunas organizaciones tienen una cultura de apertura y transparencia, en la que los empleados se sienten cómodos denunciando irregularidades. Otras organizaciones tienen una cultura de secreto y miedo, en la que los empleados tienen miedo de hablar sobre los problemas. La cultura de una organización puede estar determinada por una serie de factores, como el liderazgo de la organización, sus valores y sus políticas y procedimientos.