El estudio, publicado en la revista "Political Psychology", analizó datos de la Encuesta Social Europea, que mide la opinión pública en más de 30 países europeos. Los investigadores encontraron que los países con altos niveles de amistad también tenían altos niveles de unidad nacional, mientras que los países con altos niveles de enemistad también tenían altos niveles de unidad nacional.
Sin embargo, los investigadores también encontraron que el tipo de unidad creada por amigos y enemigos era diferente. Los amigos crean lo que los investigadores llaman "unidad positiva", que se caracteriza por la confianza, la cooperación y el sentido de pertenencia. Los enemigos, por otro lado, crean lo que los investigadores llaman "unidad negativa", que se caracteriza por el miedo, la ira y un sentimiento de agravio.
Los investigadores sostienen que tanto la unidad positiva como la negativa pueden ser beneficiosas para una nación. La unidad positiva puede ayudar a fomentar un sentido de comunidad y cooperación, mientras que la unidad negativa puede ayudar a movilizar a la gente en tiempos de crisis. Sin embargo, los investigadores también advierten que la unidad negativa puede ser peligrosa si se vuelve demasiado intensa o se utiliza para justificar la violencia o la discriminación.
Los hallazgos del estudio tienen implicaciones para comprender el papel de la amistad y la enemistad en la política. La amistad puede ser una fuerza poderosa para el bien, pero es importante evitar que se convierta en exclusiva o en enemistad. De manera similar, la enemistad puede ser una fuerza motivadora, pero es importante mantenerla bajo control y evitar que conduzca a la violencia o la discriminación.