1. Diversidad de la población estudiantil :La universidad en prisión atiende a una población estudiantil diversa con distintos orígenes, experiencias y necesidades de aprendizaje. Esta diversidad desafía a los profesores a adaptar sus métodos y materiales de enseñanza para adaptarse a diferentes estilos de aprendizaje y circunstancias de vida.
2. Recursos limitados :Las cárceles suelen tener recursos limitados, incluidas bibliotecas, tecnología y espacio físico para clases. Los profesores deben ser creativos e ingeniosos para encontrar formas alternativas de entregar contenido e involucrar a los estudiantes a pesar de estas limitaciones.
3. Enseñanza basada en el trauma :Muchas personas encarceladas han experimentado traumas en el pasado. Los profesores deben estar informados sobre el trauma y ser sensibles a las necesidades y desafíos únicos de estos estudiantes. Esto puede implicar la creación de un entorno de aprendizaje seguro y de apoyo y la adaptación de métodos de enseñanza para minimizar los desencadenantes y promover la curación.
4. Centrarse en las habilidades prácticas :La universidad en prisión a menudo enfatiza las habilidades prácticas y la capacitación vocacional que pueden ayudar a los estudiantes una vez liberados. Los profesores deben garantizar que el plan de estudios sea relevante y aplicable al mercado laboral y a los desafíos que enfrentan las personas que han estado encarceladas.
5. Repensar el éxito :Es posible que el éxito en la educación penitenciaria no siempre se mida según los estándares académicos tradicionales. Los profesores deben ampliar sus definiciones de éxito para incluir el crecimiento personal, el desarrollo de habilidades y las contribuciones positivas a la comunidad carcelaria.
6. Colaboración y Reflexión :Trabajar en un entorno penitenciario puede fomentar la colaboración y la reflexión entre los profesores. Pueden participar en debates y talleres para compartir experiencias, aprender unos de otros y desarrollar estrategias de enseñanza innovadoras.
7. Abordar problemas sistémicos :La universidad en prisión puede plantear interrogantes sobre el sistema de justicia penal en general y las desigualdades sociales. Los profesores pueden incorporar debates sobre estos temas en su enseñanza, alentando a los estudiantes a examinar críticamente las raíces del encarcelamiento y los desafíos que enfrentan las comunidades marginadas.
8. Empatía y Justicia Social :Enseñar en prisión puede profundizar la comprensión de los profesores sobre las cuestiones de justicia social y los desafíos que enfrentan las personas encarceladas. Esta experiencia puede inspirar a los profesores a abogar por una reforma penitenciaria y cambios sistémicos que aborden las causas subyacentes del encarcelamiento.
La universidad en prisión es una experiencia transformadora tanto para estudiantes como para profesores. Al adaptar sus métodos de enseñanza, fomentar la empatía y abordar las necesidades únicas de la población encarcelada, los profesores contribuyen a la rehabilitación y el desarrollo personal de los estudiantes, desafiando las nociones tradicionales de educación y generando un impacto positivo en la sociedad.