Bromas intencionales: Se ha observado que los simios realizan intencionalmente acciones que los divierten a ellos mismos o a los demás. Por ejemplo, los chimpancés pueden perseguirse unos a otros en broma o participar en peleas simuladas, mostrando conciencia de la diversión y el entretenimiento que tales comportamientos pueden generar.
Risas y vocalizaciones: Los simios producen vocalizaciones y gestos similares a la risa humana en respuesta a situaciones humorísticas. Estas vocalizaciones y gestos indican que los simios reconocen y disfrutan el humor y pueden usarlos para señalar una intención lúdica o humorística.
Contexto social: Los simios suelen participar en bromas divertidas dentro de un contexto social. Por ejemplo, pueden burlarse de sus compañeros más cercanos, como hermanos o amigos, y responder positivamente cuando ellos mismos se burlan de ellos. Esto sugiere que los simios comprenden las reglas y normas sociales que rodean las interacciones humorísticas.
Habilidades cognitivas: Las burlas lúdicas requieren un cierto nivel de sofisticación cognitiva, incluida la capacidad de reconocer e interpretar señales sociales, comprender la diferencia entre juego y agresión real y adaptar de manera flexible el comportamiento en función de la respuesta de los demás. Los simios han mostrado evidencia de estas habilidades cognitivas, que subyacen a su capacidad para el humor.
En general, estos estudios proporcionan pruebas sólidas de que los grandes simios tienen sentido del humor y son capaces de burlarse entre sí en broma. Aunque la complejidad y sofisticación de su humor puede diferir del de los humanos, los simios demuestran una notable capacidad para disfrutar y participar en interacciones lúdicas que se parecen mucho al humor humano.