Ilocalizable: La ausencia de números de serie en las armas fantasma hace que sean prácticamente imposibles de rastrear, lo que permite a los delincuentes obtenerlas y utilizarlas sin temor a ser fácilmente vinculados al delito. Esto dificulta las investigaciones policiales sobre tiroteos, lo que dificulta identificar las fuentes y las personas involucradas en actividades ilegales con armas de fuego.
Fácil accesibilidad: Los kits y componentes de armas fantasma se pueden adquirir fácilmente en línea o de fuentes no reguladas, lo que permite a cualquier persona, independientemente de sus antecedentes penales, ensamblar un arma de fuego funcional sin controles ni regulaciones adecuadas. Esta fácil accesibilidad los convierte en una preocupación importante para las fuerzas del orden y la seguridad pública.
Personalización y Modificación: Las armas fantasma se pueden modificar y personalizar fácilmente, lo que las hace potencialmente más peligrosas que las armas de fuego tradicionales. A menudo carecen de las características de seguridad que se encuentran en las armas fabricadas comercialmente y pueden manipularse para disparar más rápido o aceptar cargadores de mayor capacidad, lo que representa un riesgo significativo para la seguridad pública.
Proliferación de actividades criminales: Las armas fantasma se han vuelto cada vez más frecuentes en actividades delictivas como la violencia de pandillas, el tráfico de drogas y la venta ilegal de armas. Su naturaleza imposible de rastrear y su fácil disponibilidad los convierten en la opción preferida de los delincuentes que desean evitar la detección y el procesamiento.
Falta de regulación: Debido a la ausencia de números de serie y la facilidad con la que se pueden ensamblar las armas fantasma, a menudo quedan fuera del alcance de las regulaciones de control de armas existentes. Este vacío regulatorio contribuye a la proliferación de estas armas de fuego imposibles de rastrear y socava los esfuerzos para reducir la violencia armada.
Amenaza creciente: La creciente popularidad y disponibilidad de armas fantasma ha generado preocupación tanto entre las fuerzas del orden como entre los formuladores de políticas. La falta de regulaciones federales dirigidas específicamente a las armas fantasma ha amplificado la necesidad de medidas legislativas para abordar esta creciente amenaza y mitigar su impacto en la seguridad pública.
Para combatir los peligros que plantean las armas fantasma, se han pedido regulaciones más estrictas, mejores estrategias de aplicación de la ley y campañas de concientización pública para educar al público sobre los riesgos asociados con estas armas de fuego imposibles de rastrear. Abordar la cuestión de las armas fantasma es crucial para abordar eficazmente la violencia armada y garantizar la seguridad pública.