Al iniciar sus carreras, los jóvenes a menudo tienen que navegar por un laberinto de trabajos temporales y de corta duración.
En Australia, muchos de ellos también desean trabajar más horas de las que les permiten sus empleos actuales, lo que lleva a una situación llamada "subempleo".
El empleo ocasional y el subempleo suelen ir de la mano. Pero, ¿qué tan comunes son estas experiencias durante los primeros años de carrera de los australianos y qué efecto tienen en sus perspectivas salariales futuras?
El subempleo temprano, el empleo ocasional y el desempleo pueden afectar en gran medida las perspectivas profesionales de una persona en el futuro. Nuestro estudio de 2023, que evalúa datos de la Encuesta sobre ingresos y dinámica laboral de los hogares en Australia (HILDA), exploró este tema en profundidad.
Se descubrió que un gran número de hombres jóvenes (22,5 %) y mujeres (19,4 %) habían experimentado subempleo cuando comenzaron sus carreras.
Pero las mujeres australianas, más que los hombres, soportaron períodos prolongados y repetidos de subempleo.
Este año, exploramos estas tendencias en un estudio adicional, analizando 20 años de datos de la Encuesta HILDA para descubrir las trayectorias profesionales comunes que toman los jóvenes australianos cuando comienzan a trabajar.
Comenzamos analizando con qué frecuencia los jóvenes se encuentran con una combinación de trabajo informal, subempleo, períodos sin trabajar y desempleo en las primeras etapas de sus carreras.
Nuestra investigación reveló una cruda realidad:
Encontrar un trabajo estable y satisfactorio desde el principio es un gran desafío para los jóvenes australianos.
¿Cambiar de trabajo siendo joven es bueno o malo para los ingresos futuros?
Un argumento es que cambiar entre diferentes trabajos de corta duración durante las primeras etapas de su carrera en realidad puede ayudar a los jóvenes a adquirir experiencia laboral en diferentes roles, darles tiempo para explorar sus preferencias y habilidades, y conocer mejores oportunidades laborales. En última instancia, esto puede mejorar la adecuación laboral y generar salarios más altos en el futuro.
Sin embargo, otro argumento es que cuando los jóvenes se mueven aleatoriamente entre trabajos, empresas o industrias, se puede ralentizar el ritmo al que aprenden y crecen. Esto se debe a que es posible que no se queden en ningún lugar el tiempo suficiente para desarrollar realmente su experiencia.
Exploramos este tema en Australia y llegamos a tres hallazgos centrales.
Estos hallazgos nos dicen que los jóvenes desempleados y subempleados enfrentan las penalizaciones laborales y salariales más severas en la vejez.
Una señal positiva es el hecho de que la brecha salarial entre los jóvenes con empleos estables y los que enfrentan inestabilidad se cierra en un período de 10 años. Sin embargo, este resultado no aborda completamente las preocupaciones sobre las trayectorias profesionales inciertas que enfrentan los jóvenes.
Nuestro estudio finalmente reveló que los jóvenes que pasan por trabajos de corta duración y subempleo sufren penalizaciones salariales durante una parte importante de sus carreras. Estas sanciones tienen implicaciones para sus ingresos de por vida y sus salarios acumulativos.
Para abordar estos reveses de toda la vida es necesario crear un mercado laboral más inclusivo que dé cabida a los trabajadores subempleados y a aquellos con experiencias laborales atípicas. Esto podría significar introducir políticas que promuevan la seguridad laboral, salarios justos y beneficios para los trabajadores en empleos no tradicionales.
El grupo de expertos Per Capita sugiere que una mejor integración de los trabajadores subempleados en la fuerza laboral podría mejorar significativamente el crecimiento económico y la productividad nacional.
Entonces, ¿cómo ayudamos a las personas subempleadas y desempleadas a encontrar mejores empleos?
En muchos sentidos, los jóvenes desempleados subempleados enfrentan las mayores penalizaciones profesionales y salariales en el futuro. A menudo caen en situaciones laborales precarias porque sus habilidades no coinciden con las que los empleadores necesitan, o porque no tienen los contactos, redes y conexiones para encontrar oportunidades laborales adecuadas.
Para hacer frente al desempleo juvenil, necesitamos mejores herramientas que nos permitan mostrar a los jóvenes dónde están los mejores trabajos y también guiarlos sobre los mejores caminos hacia empleos estables y seguros.
Actualmente, muchas herramientas avanzadas que combinan habilidades con trabajos no son accesibles sin una suscripción paga o no son lo suficientemente efectivas para encontrar el trabajo adecuado para los jóvenes. Los gobiernos, las industrias y los servicios de empleo deberían priorizar la creación de nuevas herramientas gratuitas que puedan facilitar mejores búsquedas de empleo y transiciones entre ocupaciones para mejorar la preparación laboral de todos los australianos.
Proporcionado por The Conversation
Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.