Crédito:CC0 Dominio público
La clave para mejorar el vocabulario y las habilidades matemáticas de los niños pequeños puede residir en cambiar las creencias de sus padres. Describimos estos hallazgos en un artículo publicado en octubre de 2021 en la revista científica revisada por pares Nature Communications .
Cuando medimos las creencias de los padres sobre el desarrollo infantil entre 479 padres de recién nacidos que vivían en el área de Chicago, surgió un patrón sorprendente:los padres mejor educados eran significativamente más propensos que los padres con niveles educativos más bajos a creer que actividades como contarles cuentos a sus hijos, jugar con ellos y pasar tiempo conversando con ellos afecta el desarrollo infantil. Llamamos a tales actividades "inversiones de los padres".
Para comprender cómo las diferencias socioeconómicas en estas creencias pueden generar desigualdad en las habilidades de los niños, diseñamos dos intervenciones entre familias de bajos ingresos en el área de Chicago. Ambos programas de intervención promueven interacciones ricas en lenguaje entre los cuidadores y los niños.
Nuestra primera intervención consistió en una serie de videos educativos breves que brindaban consejos e información sobre las capacidades de los bebés. Los padres vieron los videos cuando visitaron a su pediatra para las vacunas de sus hijos en los primeros seis meses después del nacimiento.
La segunda intervención fue más intensiva. Las familias con un niño de 24 a 30 meses de edad recibieron visitas domiciliarias de miembros específicamente capacitados de nuestro equipo de investigación cada dos semanas durante seis meses. Durante las 12 visitas, los visitadores del hogar mostraron un video educativo a los padres y luego realizaron una actividad que demostraba cómo poner en práctica los conceptos tratados en el video. Estas demostraciones incluyeron, por ejemplo, cómo usar lenguaje descriptivo con su hijo o incorporar las matemáticas en las rutinas diarias. Finalmente, los visitadores del hogar dieron su opinión y establecieron metas para la próxima visita.
Al final de ambos experimentos, era más probable que los padres creyeran que las inversiones de los padres afectan el desarrollo infantil que los padres que no recibieron las intervenciones.
Pero también encontramos que los padres en el programa más intensivo tenían significativamente más interacciones con sus hijos que los padres que no recibieron la intervención. El programa menos intensivo tuvo un efecto similar pero menor en las interacciones entre padres e hijos.
Es importante destacar que nuestros resultados también indican que los niños cuyos padres recibieron las visitas domiciliarias desarrollaron un mayor vocabulario y habilidades matemáticas, así como una mejor salud socioemocional, inmediatamente después de la intervención y seis meses después, en comparación con aquellos que no recibieron las intervenciones. Como estos son indicadores de preparación escolar, significa que los niños que recibieron el tratamiento estaban mejor preparados para la escuela. La primera intervención, por otro lado, no mejoró el vocabulario de los niños, que fue el principal resultado de interés para ese programa.
Por qué es importante
Las investigaciones muestran que las desigualdades socioeconómicas en el desarrollo infantil comienzan mucho antes de que comience la escuela. Invertir en los primeros años del desarrollo de un niño puede mejorar una variedad de resultados más adelante en la vida, como el empleo, los ingresos y la salud física.
Durante los primeros años de vida, las inversiones de los padres son críticas para el desarrollo saludable de los niños. Sin embargo, las diferencias socioeconómicas en las inversiones de los padres, que se han observado consistentemente a lo largo del tiempo y entre países, exacerban las desigualdades educativas y de ingresos que a menudo se observan en las economías modernas.
Qué sigue
El hecho de que solo nuestra intervención más intensiva logró que los niños estuvieran mejor preparados para la escuela sugiere que simplemente proporcionar a las familias más información sobre el desarrollo infantil y la crianza de los hijos es insuficiente.
Nuestro trabajo futuro abordará cómo personalizar el apoyo a las familias. Estamos desarrollando una versión adaptada por computadora de la encuesta que usamos para obtener las creencias de los padres. Esto se adaptará a los conocimientos y necesidades específicos de cada padre y nos ayudará a identificar los programas más apropiados para cada familia.