Buceador con Protocyon mandíbula y vértebra. Crédito:© Roberto Chavez-Arce
Un equipo de investigadores de EE. UU. Y México ha encontrado esqueletos óseos en el fondo de la cueva Hoyo Negro que muestran que algunos animales que se cree que solo existían en América del Sur también existían en México. En su artículo publicado en la revista Letras de biología , el grupo describe su recuperación y estudio de múltiples esqueletos recuperados del piso de la cueva Hoyo Negro y lo que aprendieron de ellos.
La cueva Hoyo Negro se encuentra en la costa oriental de la península de Yucatán en México. En 2007, Los investigadores descubrieron que la cueva era un tesoro de huesos de animales antiguos que se remontan a 30, Hace 000 años, también encontraron dos esqueletos humanos. Hace miles de años, la cueva estaba completamente seca, y tenía una abertura en la parte superior a través de la cual animales desprevenidos caían 200 pies hacia la muerte. Desde ese tiempo, el derretimiento de los glaciares llenó parte de la cueva con agua, que sirvió para preservar los huesos. Durante los últimos 12 años, los investigadores han desenterrado una gran cantidad de esqueletos. En este nuevo esfuerzo, los investigadores informan sobre un tesoro de esqueletos que recuperaron y estudiaron.
Los investigadores informan que encontraron un esqueleto humano entre los huesos, que data de aproximadamente 12, 000 años atrás, proporcionando evidencia de que los humanos existieron durante la época de los perezosos terrestres. El otro esqueleto humano encontrado en 2007 se remonta a aproximadamente 13, 000 años atrás, y es uno de los esqueletos humanos más antiguos jamás encontrados en el hemisferio occidental.
También entre los esqueletos estaban los huesos de una criatura llamada Protocyon troglodytes, que parecía un lobo, y un oso de cara corta. El esqueleto de oso fue notable porque representa una especie que se cree que es la más grande que jamás haya vagado por la Tierra. El lobo y el oso también fueron notables porque se cree que ambos nunca lograron salir de América del Sur como parte del Gran Intercambio Biótico Americano, el período de tiempo después de que un puente terrestre uniera América del Norte y América del Sur (hace aproximadamente 3 millones de años). permitiendo que los animales de ambos lados pasen al otro.
Buzo que recoge el cráneo de Arctotherium. Crédito:© Roberto Chavez-Arce
Buzo recuperando el cráneo de Arctotherium. Crédito:© Roberto Chavez-Arce
Buzo con cráneo de Arctotherium. Crédito:© Roberto Chavez-Arce
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