Queda un coprolito con pescado. Crédito:Martin Qvarnström
Los coprolitos son heces fosilizadas que dan evidencia del comportamiento de un organismo y, a menudo, contienen residuos de alimentos. restos de parásitos y otros fósiles que dan pistas sobre antiguas relaciones paleoecológicas. Muchas de las inclusiones en los coprolitos son tejidos blandos delicados y fosilizados, que en muchos casos se conservan más probablemente dentro de los coprolitos que en otras rocas. Sin embargo, la composición, el tamaño y la organización de las inclusiones dentro de los coprolitos dificultan su análisis. Técnicas clásicas, como mirar secciones delgadas bajo el microscopio o la microscopía electrónica de barrido (SEM) requieren una preparación destructiva y pueden destruir las muestras. En un nuevo estudio que se presenta en la reunión anual de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados en Alberta, Los investigadores de Canadá utilizan la microtomografía de sincrotrón para comprender la mayor cantidad posible del contenido de los coprolitos.
El contenido de los coprolitos de los lechos óseos del Triásico Superior Polonia se segmentaron en modelos 3D. Como explica el investigador Martin Qvarnström, "Ejemplos de dos heces del Triásico (230 millones de años) incluyen delicados restos de escarabajos en uno, y un pez medio completo y fragmentos de bivalvos triturados en el otro. "El coprolito con restos de pez, incluidas las rayas de las aletas, las escamas y los huesos que se fracturaron y cortaron durante la ingestión / digestión probablemente fueron producidos por un pez pulmonado. El otro coprolito contiene varios restos de escarabajos completamente tridimensionales y fue producido por un animal terrestre de tamaño mediano que evidentemente tenía como presa a pequeños escarabajos. Los posibles candidatos incluyen animales como cinodontos y arcosaurios.
Estos ejemplos subrayan la importancia de los coprolitos, que tienen un potencial subestimado para desentrañar las relaciones paleoecológicas de los ecosistemas antiguos. Qvarnström explica:"Investigo el contenido de los coprolitos de vertebrados con el objetivo de reconstruir las redes tróficas tróficas de ecosistemas antiguos". El uso de estas nuevas técnicas avanzadas permite vislumbrar las paleodietas de organismos que vivieron hace más de 200 millones de años.
Queda un coprolito con escarabajo. Crédito:Martin Qvarnström
Escamas de pescado (naranja, con la capa de ganoína resaltada en púrpura) y los rayos de las aletas (verde) en detalle. Crédito:Martin Qvarnström