1. Observación: Hay variación dentro de las poblaciones de organismos.
Inferencia: Esta variación no es aleatoria; Es heredable, lo que significa que la descendencia tiende a heredar los rasgos de sus padres.
2. Observación: Los recursos son limitados y la competencia existe para esos recursos.
Inferencia: Las personas con rasgos más adecuados para su entorno tendrán una mayor probabilidad de sobrevivir y reproducirse, pasando esos rasgos ventajosos a su descendencia.
3. Observación: Las poblaciones tienen el potencial de crecer exponencialmente, pero las poblaciones tienden a permanecer relativamente estables.
Inferencia: Esto implica que una proporción significativa de la descendencia no sobrevive para reproducirse. Los individuos que sobreviven son aquellos con rasgos ventajosos que les permiten superar a otros en su entorno.
Estas tres inferencias combinadas llevaron a Darwin a proponer la teoría de la selección natural:
* Los individuos dentro de una población varían.
* Algunas de estas variaciones son heredables.
* Las personas con variaciones ventajosas tienen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse, transmitiendo esos rasgos ventajosos a su descendencia.
Este proceso de selección natural, durante generaciones, conduce a la evolución de las poblaciones, y las personas se adaptan mejor a su entorno específico.