1. Rico en nutrientes:
* alto en minerales: Las erupciones volcánicas depositan una gran cantidad de minerales, que incluyen nitrógeno, fósforo, potasio, calcio y magnesio, que son esenciales para el crecimiento de las plantas.
* Materia orgánica: La ceniza volcánica se descompone rápidamente, agregando materia orgánica al suelo, mejorando su estructura y retención de agua.
2. Excelente drenaje:
* Estructura porosa: La ceniza volcánica crea una estructura de suelo poroso, que permite un buen drenaje, evita el anegado y promueve el crecimiento de la raíz.
3. Retención de agua alta:
* Capacidad de intercambio de cationes alta: Los andisols tienen una alta capacidad para aferrarse a los nutrientes y el agua, lo que los hace menos susceptibles a la lixiviación.
4. PH ideal:
* Neutral a ligeramente ácido: Los suelos volcánicos generalmente tienen un pH neutro a ligeramente ácido, que es ideal para la mayoría de los cultivos.
5. Textura fina:
* Penetración de raíz fácil: La textura fina del suelo volcánico permite una fácil penetración de la raíz, ayudando en la absorción de agua y nutrientes.
6. Buena aireación:
* Estructura porosa: La estructura porosa de los suelos volcánicos permite una oxigenación adecuada, crucial para el crecimiento de la raíz y la salud general de las plantas.
Sin embargo, hay algunas consideraciones:
* Disponibilidad de nutrientes: Si bien el suelo volcánico es rico en nutrientes, algunos pueden estar encerrados y no disponibles para las plantas en su forma cruda.
* Erosión: Los suelos volcánicos pueden ser propensos a la erosión, especialmente en pendientes empinadas.
En conclusión, la combinación de nutrientes ricos, excelente drenaje, retención de agua alta, pH ideal, textura fina y buena aireación hace que los suelos volcánicos sean altamente productivos para los cultivos. Esto explica por qué los agricultores han buscado tradicionalmente las áreas volcánicas para la agricultura.