1. Falta de tejido vascular:
* A diferencia de las plantas vasculares (como helechos, árboles y flores), los musgos y los hígado carecen de tejidos especializados para transportar agua y nutrientes. Esto limita su capacidad de crecer y acceder a los recursos de manera eficiente.
* Sin un sistema vascular, dependen de la difusión para el transporte de agua y nutrientes, haciéndolos susceptibles a la desecación (secado) en entornos más secos.
2. Dependencia del agua externa:
* Tanto los musgos como los hígado necesitan fuentes externas de agua para la reproducción y el crecimiento.
* Absorben el agua directamente a través de sus superficies, haciéndolas altamente susceptibles a las condiciones de sequía.
* Su capacidad limitada para transportar agua los restringe a ambientes húmedos y sombreados.
3. Soporte estructural limitado:
* La falta de lignina en sus paredes celulares significa que carecen de la estructura rígida necesaria para crecer y mantenerse contra la gravedad.
* Esto limita su altura y los restringe a los hábitats donde pueden aferrarse a las superficies o crecer en esteras densas.
4. Dependencia de las esporas para la reproducción:
* Los musgos y los hígado se reproducen a través de esporas, que están dispersas por el viento. Esto restringe su capacidad de colonizar áreas distantes en comparación con las plantas que se reproducen a través de semillas, que pueden ser dispersas por animales o viento a distancias más largas.
5. Requisitos ambientales específicos:
* Prosperan en condiciones ambientales específicas, como áreas frescas, húmedas y sombreadas.
* Esto limita su distribución a regiones con climas adecuados y sustrato adecuado (como rocas, tierra o corteza de árbol).
En general, la combinación de estos factores restringe significativamente el tamaño y el hábitat de los musgos y los hígado. Sus adaptaciones para la supervivencia en entornos húmedos y sombreados limitan su capacidad para competir con las plantas vasculares en condiciones más secas y más expuestas.