* El agua es un ingrediente clave: La fotosíntesis requiere agua como reactivo. Se usa para dividir las moléculas de agua, liberando electrones que alimentan el proceso.
* deshidratación: Sin lluvia, las plantas se deshidratan. Esto afecta su capacidad para realizar muchas funciones vitales, incluida la fotosíntesis.
* Cierre de estomas: Para conservar el agua, las plantas cierran sus estomas (pequeños poros en las hojas). Esto limita la ingesta de dióxido de carbono, otro ingrediente esencial para la fotosíntesis.
* Producción de clorofila reducida: El estrés hídrico también puede obstaculizar la producción de clorofila, el pigmento que absorbe la energía de la luz para la fotosíntesis.
Consecuencias:
* Crecimiento reducido: La fotosíntesis limitada significa que hay menos energía disponible para el crecimiento y el desarrollo.
* marchito: La sequía severa puede conducir a la marchitez e incluso la muerte de las plantas.
* Disrupción del ecosistema: La disminución de la productividad de las plantas tiene un efecto dominó en todo el ecosistema, que afecta las redes alimentarias y la biodiversidad general.
Nota importante: Algunas plantas tienen adaptaciones que les permiten sobrevivir en ambientes secos. Estas adaptaciones pueden incluir:
* raíces profundas: Acceso a las reservas de agua subterránea.
* Suculencia: Almacenar agua en sus tejidos.
* Modificaciones de hoja: Reducción de la pérdida de agua a través de hojas más pequeñas o más gruesas.
Sin embargo, incluso estas adaptaciones tienen límites, y la sequía prolongada aún puede afectar negativamente el crecimiento y la supervivencia de las plantas.