Luz emitida: Algunos objetos, como el sol y las estrellas, emiten su propia luz. Esto se debe a que están muy calientes y los átomos que contienen se mueven muy rápidamente. Cuando los átomos chocan entre sí, liberan energía en forma de luz.
Luz reflejada: La mayoría de los objetos no emiten su propia luz, pero aun así pueden verse porque reflejan la luz de otras fuentes. Cuando la luz incide sobre un objeto, parte de la luz se absorbe y otra parte se refleja. El color de un objeto depende de qué longitudes de onda de luz absorbe y qué longitudes de onda refleja. Por ejemplo, un objeto rojo absorbe todas las longitudes de onda de la luz excepto la luz roja, que refleja.
Hay algunas otras formas en que los objetos pueden emitir luz, pero son menos comunes. Por ejemplo, algunos objetos pueden emitir luz cuando son alcanzados por una corriente eléctrica (como una bombilla) o cuando se exponen a ciertas sustancias químicas (como una barra luminosa).