1. Síntomas de deficiencia: Cuando el elemento es deficiente o ausente, los organismos vivos presentan síntomas específicos o anomalías fisiológicas que dificultan su crecimiento, desarrollo o reproducción normal.
2. Función específica: El elemento tiene un papel o función bioquímica específica en el metabolismo o los procesos fisiológicos del organismo. Puede actuar como componente de macromoléculas, como proteínas, ácidos nucleicos o enzimas.
3. Universalidad: El elemento se encuentra en una amplia gama de organismos, desde bacterias hasta plantas y animales, lo que indica su papel fundamental en diversas formas de vida.
4. Irremplazabilidad: Ningún otro elemento puede sustituir al elemento esencial en el cumplimiento de su función o papel específico en el metabolismo del organismo. Cada elemento tiene sus propiedades únicas que no pueden ser reemplazadas por otro elemento.
La esencialidad de un elemento a menudo se determina mediante experimentos, observaciones e investigaciones. Los científicos estudian los efectos de las deficiencias de elementos en los organismos y analizan sus respuestas fisiológicas. Al identificar elementos cuya ausencia conduce a deficiencias específicas o funciones deterioradas, los investigadores establecen su importancia y los categorizan como esenciales.
Algunos de los elementos esenciales para la vida conocidos incluyen carbono (C), hidrógeno (H), oxígeno (O), nitrógeno (N), fósforo (P), azufre (S), potasio (K), calcio (Ca). , magnesio (Mg), hierro (Fe), zinc (Zn), cobre (Cu) y manganeso (Mn). Estos elementos participan en diversos procesos vitales como el metabolismo energético, la síntesis de proteínas, la catálisis enzimática, la replicación del ADN y la señalización celular.