1. Absorción selectiva de iones :Las plantas de quinua exhiben una notable capacidad para absorber selectivamente nutrientes esenciales y al mismo tiempo excluir iones dañinos como el cloruro de sodio (NaCl) de sus sistemas radiculares. Este mecanismo selectivo de absorción de iones previene la acumulación de concentraciones de sales tóxicas dentro de los tejidos de la planta.
2. Compartimentación :Una vez absorbido, el exceso de sal se compartimenta dentro de estructuras especializadas llamadas vacuolas. Estas vacuolas actúan como compartimentos de almacenamiento, secuestrando la sal de los componentes celulares sensibles, minimizando así sus efectos perjudiciales.
3. Glándulas salinas :Las plantas de quinua poseen glándulas de sal especializadas en sus hojas. Estas glándulas secretan activamente el exceso de sal de los tejidos de la planta y la expulsan a la superficie de las hojas. Este proceso ayuda a reducir la concentración interna de sal y a mantener el equilibrio osmótico.
4. Defensa antioxidante mejorada :Las plantas de quinua responden al estrés salino activando sus sistemas de defensa antioxidantes. Producen niveles más altos de enzimas antioxidantes, como superóxido dismutasa (SOD), catalasa (CAT) y ascorbato peroxidasa (APX), que ayudan a eliminar las especies reactivas de oxígeno (ROS) generadas en condiciones salinas. Esto ayuda a proteger los componentes celulares del daño oxidativo causado por el exceso de sal.
5. Osmorregulación :Las plantas de quinua pueden ajustar su potencial osmótico interno para adaptarse al ambiente salino externo. Al acumular solutos compatibles, como prolina, glicina betaína y azúcares, la quinua mantiene la presión de turgencia celular, asegurando una adecuada absorción y transporte de agua dentro de la planta.
6. Regulación hormonal :Las plantas de quinua sufren ajustes hormonales en respuesta al estrés salino. El ácido abscísico (ABA), una hormona vegetal asociada con las respuestas al estrés, desempeña un papel crucial en la regulación del cierre de los estomas, el transporte de iones y la expresión de genes que responden al estrés, lo que en última instancia mejora la capacidad de la planta para tolerar la alta salinidad.
Al emplear estos mecanismos, las plantas de quinua pueden eliminar el exceso de sal y mantener la homeostasis celular, lo que les permite prosperar en ambientes salinos donde otros cultivos enfrentan desafíos. Esta notable tolerancia a la sal hace de la quinua un cultivo prometedor para el cultivo en tierras marginales afectadas por la salinidad, contribuyendo así a la seguridad alimentaria en regiones que enfrentan una creciente salinización del suelo.