1. Hallazgos Arqueológicos:Los arqueólogos han descubierto vasijas y tinajas de cerámica con residuos que sugieren que fueron utilizadas para elaborar cerveza y almacenar bebidas fermentadas. Estas vasijas se encuentran a menudo cerca de asentamientos y estructuras antiguos, lo que sugiere que la fermentación del maíz era una práctica generalizada.
2. Documentos históricos:Los primeros exploradores y misioneros españoles que se encontraron con tribus nativas americanas en el suroeste informaron haberlas visto consumir bebidas fermentadas hechas de maíz. Uno de esos documentos, la "Relación de Alvar Núñez Cabeza de Vaca", describe a un grupo de nativos americanos de la región elaborando y consumiendo una bebida de maíz llamada "tiswin" o "chicha".
3. Evidencia lingüística:Algunas lenguas nativas americanas tienen términos que se refieren específicamente a bebidas de maíz fermentadas. Por ejemplo, en el idioma hopi, "masawvi" se refiere a una bebida de maíz fermentada, mientras que en el idioma Zuni, "telikinave" es un término para una cerveza de maíz.
4. Estudios etnográficos:Los relatos etnográficos de varias tribus nativas americanas del suroeste mencionan la producción y el consumo de bebidas de maíz fermentadas, particularmente durante reuniones ceremoniales y sociales. Estas bebidas a menudo se denominan "cerveza de maíz", "vino de maíz" o "licor de maíz".
Es importante señalar que, si bien existe evidencia que sugiere la fermentación del maíz para la producción de bebidas, los métodos, ingredientes y sabores exactos de estas bebidas pueden haber variado entre las diferentes tribus y regiones nativas americanas.