Esto se debe a que las posiciones extremas suelen tener más carga emocional y son más fáciles de entender que las moderadas. Las posiciones moderadas, por otra parte, a menudo pueden parecer indecisas y carentes de principios.
2. Las posiciones extremas tienen más probabilidades de ser recompensadas.
En muchos casos, es más probable que las personas sean recompensadas por adoptar posiciones extremas que por adoptar posiciones moderadas. Esto se debe a que las posiciones extremas suelen llamar más la atención y pueden crear una sensación de urgencia.
3. Las posiciones moderadas a menudo se consideran un compromiso.
Esto puede ser una desventaja, ya que la gente suele ver los compromisos como un signo de debilidad o indecisión.
4. Los puestos moderados pueden ser difíciles de encontrar y mantener.
Esto se debe a que a menudo exigen que las personas tengan creencias aparentemente contradictorias. Por ejemplo, un moderado en el tema del aborto podría creer que el aborto debería ser legal en algunos casos pero no en otros. Esto puede dificultarles comunicar su posición de forma clara y eficaz.
5. Las posiciones moderadas pueden resultar aislantes.
Esto se debe a que las personas que ocupan posiciones moderadas a menudo no están alineadas con ningún grupo en particular. Esto puede dificultarles la búsqueda de aliados y apoyo.
Como resultado de estos factores, rara vez prevalecen las creencias moderadas. En cambio, es más común que posiciones extremas dominen el discurso público y los debates políticos.