Lily reunió una paleta de colores de las flores cercanas y comenzó a pintar los pétalos de la margarita. Ella creó juguetonamente salpicaduras, puntos y rayas, transformando completamente la apariencia de la margarita. ¡La margarita quedó asombrada! Sus pétalos, antes simples, ahora estaban adornados con un mosaico de hermosos tonos.
Encantada con el cambio de imagen, la margarita bailó alegremente en el prado. Lo que no sabía era que su transformación pronto se convertiría en un cuento famoso entre las flores. Rápidamente se corrió la voz sobre la apariencia única de la margarita y otras flores comenzaron a buscar el toque artístico de Lily. Lily obedeció, felizmente pintando hermosos patrones y diseños en sus pétalos.
Curiosas por saber cómo la margarita había adquirido sus manchas, muchas flores se acercaron a ella. La margarita hablaba de la traviesa hada Lily, que le había concedido este nuevo y vibrante aspecto. A medida que pasó el tiempo, el prado se convirtió en un fascinante escaparate de flores con innumerables colores, patrones y manchas, todo gracias al espíritu alegre y la creatividad de Lily.
Y así, la margarita con sus manchas se convirtió en un querido símbolo de alegría y transformación, recordando a las flores y a todas las criaturas del prado que la belleza puede surgir de los lugares más inesperados.