La teoría de la evolución adaptativa predice que los organismos que se adapten con éxito a un determinado entorno superarán a otras formas de vida competidoras para transmitir su material genético exitoso a las generaciones futuras. Sin embargo, la evolución adaptativa suele ocurrir después de muchas o cientos de generaciones. Los efectos del cambio climático pueden ocurrir extremadamente rápido. Por ejemplo, entre 2011 y 2014, California fue testigo de algunas de las tasas de precipitaciones más bajas en casi medio siglo, lo que provocó una escasez de agua que ha provocado cambios significativos que se produjeron al mismo tiempo en todo un gran ecosistema. Simplemente no parece haber tiempo suficiente para que la evolución supere el cambio climático y así salvar muchas de las complejas interacciones que ocurren dentro de los ecosistemas de todo el mundo en este momento.