Sin embargo, cuando las patas de los geckos se mojan, la tensión superficial del agua rompe la fuerza de van der Waals y el gecko ya no puede adherirse a la superficie. Esto puede ser un problema para los geckos que viven en ambientes húmedos o para los geckos que intentan trepar por superficies mojadas.
Para hacer frente a los pies mojados, algunos geckos han desarrollado adaptaciones especiales. Por ejemplo, algunos geckos tienen patas hidrofóbicas, lo que significa que las gotas de agua en sus patas forman gotas y no rompen la fuerza de Van der Waals. Otros geckos tienen patas peludas que atrapan burbujas de aire, lo que ayuda a evitar que las gotas de agua toquen la superficie.
Otros gecos han desarrollado una secreción especial que ayuda a repeler el agua. Esta secreción es producida por glándulas en la piel del gecko y se extiende por las patas cuando el gecko se lame las patas. La secreción forma una fina capa en los pies que evita que las gotas de agua se peguen.
Gracias a estas adaptaciones, los geckos pueden hacer frente a los pies mojados y seguir trepando por superficies lisas incluso en ambientes húmedos.