Estas son algunas de las conclusiones clave del acuerdo:
- Ambos países se comprometieron con objetivos ambiciosos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Estados Unidos se comprometió a reducir sus emisiones entre un 26% y un 28% por debajo de los niveles de 2005 para 2025, y China se comprometió a alcanzar el máximo de sus emisiones para 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono para 2060.
- Establecieron un grupo de trabajo bilateral sobre cambio climático para continuar cooperando en la reducción de emisiones y otras cuestiones relacionadas con el clima. Este grupo identificará oportunidades para una mayor colaboración y garantizará que ambos países estén avanzando hacia sus objetivos.
- Este acuerdo envía una fuerte señal al resto del mundo de que el cambio climático es una amenaza grave y que los países deben trabajar juntos para abordarlo. Estados Unidos y China tienen una influencia significativa en la política climática global, y este acuerdo podría ayudar a impulsar a otros países a tomar medidas sobre el cambio climático.
En general, el acuerdo climático entre Estados Unidos y China es un avance positivo para la lucha contra el cambio climático. Demuestra que estos dos países, a pesar de sus diferencias, están dispuestos a trabajar juntos en esta cuestión crítica.