El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California, Berkeley, examinó los patrones de actividad de más de 1.000 especies de polillas y mariposas en América del Norte. Los investigadores encontraron que la mayoría de las polillas (85%) eran nocturnas, mientras que la mayoría de las mariposas (95%) eran diurnas.
Se encontró que varios factores influyen en los patrones de actividad de estos insectos. Un factor clave fue la presencia de depredadores. Es más probable que las polillas sean nocturnas para evitar ser devoradas por pájaros, murciélagos y otros depredadores que están activos durante el día. Las mariposas, por otro lado, tienen más probabilidades de ser diurnas porque han desarrollado mecanismos de defensa como el camuflaje y la coloración de advertencia para protegerlas de los depredadores.
Otro factor que influyó en los patrones de actividad fue la disponibilidad de alimentos. Las polillas y las mariposas se alimentan del néctar de las plantas y los tipos de plantas de las que se alimentan pueden afectar sus patrones de actividad. Algunas plantas producen néctar durante el día, mientras que otras lo producen durante la noche. Las polillas que se alimentan de plantas que producen néctar durante la noche tienen más probabilidades de ser nocturnas, mientras que las mariposas que se alimentan de plantas que producen néctar durante el día tienen más probabilidades de ser diurnas.
El estudio también encontró que el clima desempeñaba un papel en los patrones de actividad de polillas y mariposas. En climas más cálidos, hay más especies de polillas y mariposas que están activas durante el día. Esto se debe a que las temperaturas más cálidas permiten que crezca una variedad más amplia de plantas, lo que proporciona una mayor diversidad de fuentes de alimento para polillas y mariposas.
En general, el estudio proporciona una mejor comprensión de los factores que influyen en los patrones de actividad de polillas y mariposas. Este conocimiento puede ayudar en la conservación y manejo de estos insectos, que juegan un papel importante en el ecosistema.