Algunas de las formas en que nuestra dieta puede influir en el impacto ambiental incluyen:
1. Emisiones de gases de efecto invernadero
La producción de alimentos es una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero, que contribuyen al cambio climático. La ganadería es particularmente intensiva en emisiones, ya que requiere grandes cantidades de tierra, agua y energía. Por ejemplo, la producción de carne de vacuno emite más gases de efecto invernadero que cualquier otro tipo de alimento.
2. Uso del agua
La producción de alimentos también requiere mucha agua. De hecho, la agricultura representa alrededor del 70% de las extracciones mundiales de agua. La huella hídrica de un alimento es la cantidad de agua utilizada para producirlo, desde el punto de producción hasta el punto de consumo. Por ejemplo, la huella hídrica de un vaso de leche es de unos 300 galones, mientras que la huella hídrica de una taza de café es de unos 100 galones.
3. Uso del suelo
La producción de alimentos también requiere mucha tierra. De hecho, la agricultura representa alrededor del 38% del uso mundial de la tierra. La huella territorial de un alimento es la cantidad de tierra utilizada para producirlo, desde el punto de producción hasta el punto de consumo. Por ejemplo, la huella terrestre de una libra de carne de res es de aproximadamente 100 pies cuadrados, mientras que la huella terrestre de una barra de pan es de aproximadamente 1 pie cuadrado.
4. Pérdida de biodiversidad
La producción de alimentos también puede conducir a la pérdida de biodiversidad. Por ejemplo, la tala de bosques para la agricultura puede destruir el hábitat de la vida silvestre. El uso de pesticidas y herbicidas también puede dañar la vida silvestre.
5. Contaminación
La producción de alimentos también puede provocar contaminación. Por ejemplo, el escurrimiento de los campos fertilizados puede contaminar los cursos de agua, y el uso de pesticidas y herbicidas puede contaminar el suelo y el agua.
6. Desperdicio de alimentos
El desperdicio de alimentos es un problema importante que también contribuye al impacto ambiental. El desperdicio de alimentos ocurre en todas las etapas del sistema alimentario, desde la producción hasta el consumo. En Estados Unidos, por ejemplo, alrededor del 30% de todos los alimentos producidos se desperdician. El desperdicio de alimentos puede provocar un aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y del uso del agua y de la tierra. También puede contribuir a la contaminación.
Elegir alimentos sostenibles
Todos podemos marcar la diferencia al reducir el impacto ambiental de nuestras dietas eligiendo alimentos sostenibles. A continuación se ofrecen algunos consejos:
7. Coma más alimentos de origen vegetal
Los alimentos de origen vegetal tienen un impacto ambiental menor que los alimentos de origen animal. Por ejemplo, las frutas y verduras emiten menos gases de efecto invernadero y requieren menos agua y tierra que la carne y los productos lácteos.
8. Elige alimentos orgánicos
Los alimentos orgánicos se producen sin el uso de pesticidas, herbicidas y otros productos químicos sintéticos. Esto puede ayudar a reducir la contaminación y proteger la vida silvestre.
9. Compra alimentos locales
Comprar alimentos locales puede ayudar a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y apoyar a los agricultores locales.
10. Reducir el desperdicio de alimentos
Todos podemos ayudar a reducir el desperdicio de alimentos planificando nuestras comidas con anticipación, comprando solo los alimentos que necesitamos y almacenándolos adecuadamente.
Al elegir estos alimentos sostenibles, todos podemos ayudar a reducir nuestro impacto ambiental y crear un planeta más saludable.