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    Los comederos de fondo sencillos muestran resiliencia al cambio climático
    Ante el cambio climático y el calentamiento de los océanos, muchas especies marinas luchan por adaptarse y sobrevivir. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la revista "Ecology and Evolution" ofrece una sorprendente visión de la resiliencia entre un grupo de criaturas marinas que a menudo se pasa por alto:los peces que se alimentan del fondo.

    Los peces que se alimentan del fondo, también conocidos como especies demersales, normalmente habitan en las profundidades más bajas del océano y se alimentan de organismos que viven en el fondo marino o cerca de él. Desempeñan un papel crucial en el mantenimiento de los ecosistemas marinos al reciclar los nutrientes y controlar las poblaciones de otros organismos.

    El estudio se centró en un grupo diverso de especies de peces que se alimentan del fondo del Mar del Norte, una región muy afectada por el cambio climático. Los investigadores analizaron datos recopilados durante varias décadas y examinaron cómo respondieron estas especies de peces al aumento de la temperatura del mar.

    Sorprendentemente, el estudio encontró que los peces que se alimentan del fondo mostraron una notable resiliencia al cambio climático. Si bien algunas especies experimentaron disminuciones poblacionales, muchas otras mantuvieron estables o incluso aumentaron sus poblaciones con el tiempo.

    Los investigadores atribuyen esta resiliencia a varios factores clave. En primer lugar, los peces que se alimentan del fondo tienden a tener dietas generalistas, lo que significa que pueden alimentarse de una amplia variedad de fuentes de alimentos. Esta flexibilidad les permite adaptarse a los cambios en la disponibilidad de presas provocados por el cambio climático.

    En segundo lugar, los peces que se alimentan del fondo suelen tener tasas metabólicas relativamente bajas. Esto significa que pueden sobrevivir con menos alimentos y son más capaces de resistir los períodos de escasez de alimentos que pueden ocurrir debido a alteraciones relacionadas con el clima.

    En tercer lugar, las especies que habitan en los fondos marinos suelen tener adaptaciones específicas que les ayudan a tolerar los cambios ambientales. Por ejemplo, algunas especies pueden tolerar una amplia gama de temperaturas, mientras que otras pueden modificar su comportamiento para evitar condiciones estresantes.

    Los hallazgos de este estudio resaltan la importancia de considerar las características y adaptaciones únicas de diferentes especies al evaluar los impactos del cambio climático en los ecosistemas marinos. Si bien algunas especies pueden ser más vulnerables, otras pueden exhibir una resiliencia inesperada y desempeñar un papel vital en el mantenimiento del equilibrio del ecosistema.

    Además, el estudio enfatiza la necesidad de un seguimiento y una investigación continuos para comprender plenamente los efectos a largo plazo del cambio climático en la vida marina. Al obtener una comprensión más profunda de la resiliencia y vulnerabilidad de diferentes especies, podemos desarrollar estrategias de conservación más efectivas para proteger y preservar el delicado equilibrio de nuestros océanos.

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