La afirmación "Deberíamos confiar en la ciencia porque ella misma no lo hace" es engañosa. La ciencia es un método de investigación que se basa en la evidencia y la experimentación para desarrollar y probar ideas. No se trata de confiar ciegamente en ninguna idea o teoría en particular, sino más bien de evaluar y probar críticamente las ideas para determinar su validez. Los científicos cuestionan y prueban constantemente sus propias ideas y las de otros, y siempre están dispuestos a revisar su comprensión del mundo basándose en nueva evidencia. Este proceso de autocorrección es una parte fundamental de la ciencia y es lo que la convierte en una forma confiable de comprender el mundo natural.